Cómo funciona y para quién es
Durante las sesiones de biorretroalimentación, se colocan sensores en la piel para monitorear respuestas físicas como:
Frecuencia cardíaca y variabilidad de la frecuencia cardíaca
Conductancia de la piel (actividad de las glándulas sudoríparas)
Patrones de respiración
Actividad muscular (EMG)
Temperatura de la piel
Ondas cerebrales (EEG, cuando se combina con neurofeedback)
La persona recibe retroalimentación visual o auditiva en tiempo real, lo que le ayuda a comprender cómo responde su cuerpo al estrés o a la relajación. Con la guía de un profesional clínico capacitado, los clientes aprenden a modificar estas respuestas mediante técnicas específicas como la respiración profunda, la relajación muscular progresiva, la visualización guiada o la atención focalizada.
Con el tiempo, este proceso desarrolla la capacidad de autorregularse, reducir los síntomas físicos y mejorar la resiliencia general.
La biorretroalimentación puede ser una buena opción para personas que:
Experimenta estrés crónico o problemas de salud relacionados con la tensión.
Prefiero un enfoque no farmacéutico para la ansiedad, el dolor o el insomnio.
Se están recuperando de un trauma o de una desregulación del sistema nervioso.
¿Quiere mejorar la concentración, el rendimiento físico o el control emocional?
Lucha contra los desequilibrios del sistema nervioso autónomo (por ejemplo, hiperactivación, fatiga)
Están abiertos a aprender herramientas corporales para la salud y el bienestar a largo plazo.
La biorretroalimentación es adecuada tanto para niños como para adultos y se puede personalizar para cumplir objetivos o condiciones específicos.
Condiciones que apoyamos

La biorretroalimentación es particularmente eficaz en el tratamiento de problemas fisiológicos crónicos, neurológicos y relacionados con el estrés, entre ellos:
Síntomas de ansiedad y pánico
Dolor crónico y cefaleas tensionales
Manejo de la migraña
Presión arterial alta o estrés cardiovascular
Insomnio y trastornos del sueño
Tensión muscular y disfunción de la ATM
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
Síndrome del intestino irritable (SII)
TEPT y excitación relacionada con el trauma
Fatiga o agotamiento inducido por estrés
También puede favorecer el máximo rendimiento en poblaciones no clínicas, como deportistas, músicos o profesionales sometidos a alta presión.

Terapia de biorretroalimentación
Entrena tu cuerpo y mente a través de la conciencia fisiológica en tiempo real.
Las pruebas psicológicas son un proceso estructurado y basado en la evidencia que se utiliza para evaluar las capacidades cognitivas, la salud emocional, el funcionamiento conductual y el perfil de aprendizaje de una persona. Estas evaluaciones son administradas, calificadas e interpretadas por profesionales con licencia y experiencia clínica.
Cada evaluación integra los resultados de las pruebas con una revisión exhaustiva de los antecedentes psicológicos, médicos, educativos y personales para garantizar su precisión y relevancia. Las pruebas nunca se utilizan de forma aislada, sino como parte de un proceso diagnóstico completo que fundamenta la planificación del tratamiento, el apoyo académico o la documentación legal.
La biorretroalimentación es una terapia no invasiva con base científica que ayuda a las personas a adquirir mayor consciencia y control sobre sus funciones fisiológicas. Mediante sensores electrónicos, la biorretroalimentación mide respuestas corporales como la frecuencia cardíaca, la tensión muscular, la temperatura de la piel, la respiración y la actividad cerebral, proporcionando retroalimentación en tiempo real para guiar la autorregulación y la reducción del estrés.
Al aprender a reconocer e influir en estas respuestas, las personas pueden gestionar mejor los síntomas de ansiedad, dolor crónico, tensión y otras afecciones relacionadas con el estrés. El objetivo es ayudar al cuerpo a pasar de estados reactivos o desregulados a un funcionamiento tranquilo y equilibrado.
El biofeedback se utiliza a menudo junto con otras modalidades terapéuticas como la psicoterapia, el neurofeedback o el entrenamiento de atención plena.
